viernes, 23 de enero de 2009

Mi viaje con la imaginación

Esta vez no ha podido ser y los otros 3 viajeros nos hemos tenido que quedar en casa.
De los 2 viajes posibles que tenía David, Praga o México, yo le decía que me daría mas envidia si iba a Praga porque es una ciudad en la que no hemos estado y tengo unas ganas tremendas de conocer, en cambio estuvimos en Riviera Maya de viaje de novios. Creo que al final he cambiado de idea, no porque sea el Caribe, ni por huir de este frio que congela hasta los huesos, ni por los hoteles en todo incluido, ni por estar una semana a la sopa boba "sin hacer nada", sino porque cuando hablo con el y me cuenta lo que esta viendo, lo que hace, no puedo evitar recordar esos momentos que pasamos alli cuando estuvimos juntos y pensar en como me gustaria repetirlo.

Hemos hablado poco estos dias , conversaciones cortas pero intensas, donde no cabe contar con detalles que se esta haciendo porque hay otras cosas que decirse. Se que ha estado en Tulum y que 7 años despues ha cambiado. Ya no existe esa playita en la que nos bañamos como pudimos, sin bañador, porque por aquel entonces no era una excursión "de playa", cosa rara teniendo en cuenta que ha sido una de las playas mas alucinantes que he visto. Ahora si, te avisan que hay que llevar bañador porque hay una playa recién estrenada para turistas.

Como no acordarme también del famoso Coco Bongo, vaya nochecita ! Creo que David se bebió todos los "margaritas" del local! y lo mejor fué la vuelta enseñando a cantar a los italianos o alemanes ( ni idea lo que eran) "desde Santurce a Bilbao". Genial. A partir de ese dia a David empezaron a llamarle "Mister Coco-Bongo", imaginaros...

Hicimos y vimos muchas cosas, pero si me tengo que quedar con algo, me quedo con el hotelito donde nos alojamos, el "Club Paraiso Maya". Sin lujos, sin 5 restaurantes (ni 14 como en alguno de los que ha estado David), ni discotecas, ni grandes shows. Estabamos exactamente 47 personas alojadas en el hotel. El tercer dia conocias y te hablabas sin importar el idioma con la gran mayoria. Desayunabamos o comiamos con alguno de los animadores y menos mal que solo estuvimos 7 dias porque creo firmemente que de estar mas nos hubiesemos quedado con ellos. Apredimos costumbres mexicanas también con ellos, e incluso hasta David colaboró (después de darle de beber unos cuantos "tequila bum-bum") en un espectaculo que hicieron en el pequeño teatro del hotel. Vaya streptease te marcaste! Eso si, para la próxima quitate los calcetines, por favor... Para recordar el paseito en catamarán con Benhur, esas mañanas tirados en la hamaca de la playa mientras nos traían pizza a mediodia por si teníamos hambre, o la gozada que suponía salir por el porche de la habitación directamente al jacuzzi que teniamos a 2 metros y ver atardecer. Me acuerdo de mis cokteles de frutas bebidos en el bar de la piscina, dentro del agua y de una luna roja increible...hasta los mosquitos que me acribillaban siempre cenando me caían bien!

Fué un bonito viaje...que habrá que repetir los cuatro.

Ya escribirá David su crónica cuando vuelva y yo desde aqui, desde Romo y volando con la imaginación escribo la mia entre viajes a la ikastola y pañales sucios. Mi querida rutina...

2 comentarios:

david dijo...

hola chamaquita, maravilloso viaje el que cuentas, que recuerdos *no se donde estan las tildes sorry. aqui estoy he comido, y esta manana hemos nadado con delfines. no se si contarselo a jon porque me va a echar una bronca... se pregubntara por que no le he llevado. cuidaos mucho, estoy preocupado por vosotros por el tema del viento y eso, ya he visto en la tele. un beso grande, musu haundi bat.

Israel Olivera dijo...

Me ha encantado el relato, Lucía. Me ha emocionado y todo, de verdad... Yo que nunca he sentido especial atracción por la Riviera Maya...¡¡¡me han entrado ganas de ir!!!